Infecciones de la herida

La infección de la herida es una complicación infrecuente, dado que las heridas que se producen en la mama son heridas limpias, el chance de infección es menor del 5 %.

Sin embargo utilizamos una dosis de antibiótico antes de iniciar la cirugía, de manera que disminuimos todavía más el riesgo de presentar una infección.

Cuando se infecta la herida la mama aumenta de tamaño, la piel enrojece, se pone dura y sobre todo muy dolorosa.

Ante estos signos, enrojecimiento de la piel, dolor que aumenta posterior a la cirugía, es mejor contactar a su cirujano.

La secreción de un líquido purulento a través de la herida es signo de infección, si el líquido que sale de la herida es amarillento transparente sin las características comentadas anteriormente, puede deberse a un seroma de la herida, y no a infección de la misma.

Los seromas tienden a drenar espontáneamente, drenan un par de días y dejan de hacerlo, sin presentar dolor en ningún momento. Su cirujano puede drenar el seroma utilizando una aguja y sacando el líquido de la herida sin necesidad de que drene espontáneamente evitándole el susto y la incomodidad.